RSS

Archivo de la categoría: Arte

Amanecer

Hay algunos detalles que hacen que madrugar, a pesar del sueño, sea de lo mas placentero.

En el interior de la manzana donde vivo, uno de los patios, tiene un árbol de nísperos enorme. Solía tener dos, pero por alguna razón cortaron (o pereció) uno de ellos. El árbol está llenito de pájaros. He visto muchas cotorras argentinas, pero hay mas variedad que no he visto claramente, pero sí oído.

Hay un momento durante el amanecer que se despiertan todos de golpe. Sobre las 6 de la mañana, cuando ahora en la temporada de primavera-verano amanece, uno de los pajaritos se despierta con el primer rayo de sol, y con su canto empieza a despertar a todos los demás, que en efecto dominó empiezan a cantar también, y en cuestión de segundos (literalmente) desde el primer pio, el árbol entero es un vibrante foco de sonido. No se cómo será vivir en ese edificio, pero a cierta distancia es un espectáculo hermoso.

Me gusta pensar que mas que cantar, parlotean, se cuentan entusiasmados los sueños que han tenido la noche anterior ¿Quién sabe con qué soñará un pájaro?

Lo mas curioso es que 30 minutos después terminan su charla matutina. Al igual que empezaron, uno se calla y a los pocos segundos se han callado todos. Quizás sea para ellos el momento de ir a desayunar, o a trabajar en el mantenimiento de su nido, o simplemente tienen las cuerdas vocales (o con lo que sea que cantan los pájaros) cansadas de tanto griterío ininterrumpido. Pero en cualquier caso, cuando terminan de cantar, puedes decir que ya ha terminado de amanecer, que ya es definitivamente de día.

En la foto: vistas desde la ventana. Y en medio: el níspero en cuestión.

Vistas desde la ventana

 
1 comentario

Publicado por en 2 May, 2013 en Arte, txt

 

Islandia

Islandia tiene algo mágico.

No lo digo por ser un país formado por una burbuja de magma congelada flotando en medio del océano. Que también.

No lo digo por su misteriosa y silenciosa revolución social que ya quisiéramos en éste y otro países. Que también.

O por su lenguaje que no se parece a ningún otro. Sus rasgos de otro mundo. Los duendes y las hadas. Los increíbles paisajes… No lo digo por todo eso, aunque también podría.

Ésta vez lo digo por su música, y mas concretamente por Sigur Rós. Y es que el lugar de donde sale esa música, y además, es tremendamente popular, tiene que ser a la fuerza un lugar con más magia de la normal.

Sigur Rós es memorable por muchísimas razones. Podría describirla como una música ambiental que acaba invadiendo todo el espacio con un sonido tan masivo como hermoso que cuando te has dado cuenta ya te ha llegado tan a dentro de tu corazón, que duele, a pesar de que las lágrimas no sean capaces de brotar. Su música es tan grande física como emocionalmente. Y lo consiguen convirtiendo ruidos en melodías graves y desdibujadas, cantos con idiomas indescifrables (para alguien que no sepa islandés) o inventados en agudas ondas que hacen vibrar el alma, y el algún momento, entre sonidos de violines, xilófonos, una guitarra tocada con el arco de un violín, un piano, una flauta, una batería  y quién sabe cuantas cosas mas en las manos de 11 personas, convierten la mas neutra (pero masiva) canción ambiental en el mas intenso y catártico rock.

Por si fuera poco, su directo se acompaña de imágenes proyectadas y una pantalla gigante con imágenes muy cuidadas que van desde el crecimiento a cámara rápida de un hongo, a grandes y misteriosos paisajes que te transportan a otro mundo con siluetas de pequeños seres, pasando por imágenes a cámara lenta de niños riendo, escenas de apocalipsis atómico, o espectáculos de chispas. Por supuesto que esas imágenes van acompañadas de una iluminación acorde y detallista, que merece la pena. Y ni qué decir, que el sistema de sonido que necesitan y usan es de lo mas potente y fino.

En cualquier caso, y en pocas palabras: Excelente música. Excelente directo. Directo del que fui testigo ayer en el Sant Jordi Club, como regalo de Reyes de Carlos.

Hice un video durante el concierto. La canción no está completa y, por supuesto, el sonido de la cámara es bastante malo, pero si igualmente queréis escucharlo/verlo, podéis verlo haciendo click en la imagen siguiente:

Sigur Rós en directo

Pero si lo que queréis es escuchar una versión decente de esa misma canción. Dale al play :)

Hasta pronto!

 
Deja un comentario

Publicado por en 17 febrero, 2013 en Arte, Música, txt

 

Dibujando

Una de mis épocas artísticas mas fructíferas (en cuanto a cantidad, no en calidad) fue probablemente 2002, durante mis 15 años. Me pasaba horas y horas por las tardes encerrada en mi habitación dibujando, y mi habilidad con el lápiz mejoró muchísimo. En realidad durante la carrera he hecho muchas mas cosas cada curso que durante aquel año, pero los dibujos (y diseños) que realizaba en esa época eran todos por puro placer y no como ejercicios de clase, por lo que son mucho mas personales.

Uno de los dibujos mas decentes y «míticos» de la época, derivada de mi pequeña obsesión por el número dos (derivada a su vez de ser la segunda de la lista en clase durante toda la primaria al ser mi apellido Avalos), fue el yin-yan humano que pongo a continuación, terminado y firmado el viernes 26 de julio del 2002:

Estuve bastante orgullosa del resultado durante bastante tiempo a pesar de los evidentes fallos: piernas desproporcionadas, pies extraños, manos pequeñas, la mujer tiene una cabeza enana, mis conocimientos en anatomía masculina eran muy escasos y se nota, y un largo etcétera. Con el tiempo sin embargo, lo que mas me molestaba era su actitud. Se encuentran encerrados, sufriendo su condición de yin y de yan. Teniendo en cuenta por otra parte que la dualidad del yin-yan implica confrontamiento entre dos partes, su sufrimiento podría tener sentido. Creo que mi idea era que la separación, la imposibilidad de estar juntos, era lo que les hacía sufrir. Por otra parte, la forma del símbolo y su (aquí casi perdido) «yin dentro de yan» y «yan dentro de yin» es indicador de equilibrio y armonía. Pero no sé donde quedó aquí la armonía.

Recientemente, 10 años mas tarde, y para seguir experimentando con la tableta gráfica, hice una nueva versión del yin-yan humano que aquí os presento, donde los personajes nadan en su medio mas que sufrir por su encierro:

Trabajar con soporte digital tiene bastantes ventajas (aunque por supuesto también inconvenientes): se puede borrar y pintar encima tanto como se quiera sin fastidiar el papel, si algo queda desproporcionado se selecciona la zona, se cambia la escala, y te quedas tan ancho, trabajar por capas es una maravilla… Pero aquello que es difícil de dibujar lo será igualmente y no poder girar la tableta a veces hace dificilísimo dibujar en según qué angulos. Por lo que el dibujo no es ni de asomo perfecto, pero tampoco lo soy yo.

Añadirle color fue un reto importante. Me costó atreverme, pero la figura lo necesitaba y, como si no me gusta lo puedo quitar, simplemente lo hice. Me sorprendí lo bien que se me dio. No suelo trabajar con color, lo mío suele ser el blanco y negro y reniego bastante de la pintura como disciplina, pero aunque no sea un genio de la paleta, la verdad es que no se me da mal, siempre y cuando se pueda pintar una y otra vez a modo oleo, y no a modo acuarela (que se me da especialmente mal). Otro reto fue la piel oscura. No me acaba de entusiasmar su tono, pero se hizo lo que se pudo. Poner a los dos personajes blancos no creo que tuviera sentido. Pensé en hacer de piel oscura a aquel del fondo claro y viceversa por eso del «yin dentro de yan» y el «yan dentro de yin». Pero el contraste resultante me parecía molesto visualmente y finalmente hice la elección que veis. Al fin y al cabo la piel oscura sigue siendo mas clara que el negro, y la piel clara mas oscura que el blanco.

¡Hasta la próxima!

 

P.D: Septiembre: considérese usted bienvenido a pesar de venir acompañado de una desproporcionada subida del IVA que tantos dolores de cabeza va a dar a mis conciudadanos.

 
4 comentarios

Publicado por en 1 septiembre, 2012 en Arte, Otros tiempos

 

Dibujando

Ésta última temporada me ha dado por dibujar chicas de cabellos extraordinariamente largos. Me gusta pensar que comparten la fuerza que Sansón debía a su melena, aunque no una fuerza física, sí algún tipo de poder sobrenatural. Os presento pues el primer dibujo en ésta línea hecho digitalmente, mas surrealista que los dibujos que suelo hacer en mi libreta.

Espero que os guste.

 
4 comentarios

Publicado por en 6 diciembre, 2011 en Arte

 

Sobre Frida Kahlo

Para la asignatura de psicología de la salud, se nos propuso como trabajo leer, resumir y comentar un libro que tuviera que ver con el concepto que hace referencia a la asignatura. El libro escogido fue La experiencia del dolor (2006), de Mercedes Torres y Victoria Compañ.

Al final del libro, como segundo caso expuesto, Daniel Muntanyà Puig nos habla de la artista mejicana Frida Kahlo como ejemplo de una experiencia positiva del dolor. En éste artículo se hace un resumen exhaustivo de su vida y obra, en las que destacan la presencia del profundo dolor.

A Frida le tocó vivir una existencia atormentada repleta de operaciones y largas rehabilitaciones, con un matrimonio con frecuentes altibajos que le provocaban un profundo dolor psicológico, tanto por sus amoríos extra matrimoniales como por su comprometida vida política que constantemente le metió en problemas. Incluso artísticamente vivía a la sombra de su marido y famoso artista muralista Diego Rivera. Aunque muchos críticos y artistas del momento la calificaron como surrealista dado el carácter en ocasiones macabro de su obra, ella declaró que tan solo pintaba su propia realidad, y su estilo marcó una época tanto en el arte de principios del siglo XX, como en los para entonces emergentes movimientos feministas.

Fue en 1925, con dieciséis años, cuando Frida sufrió el accidente de tráfico que marcaría su vida de forma definitiva. Un choque del camión en que viajaba contra un tranvía le provocó graves lesiones en la pelvis y la columna vertebral que le llevaron a una larga y dolorosa convalecencia. Fue entonces cuando empezó a pintar. Su dolor físico se vio agravado por los problemas económicos por los que pasaba la familia en ese momento, así como por la vergüenza que suponía para una adolescente verse obligada a llevar un, también doloroso, corsé ortopédico.

Dos años más tarde se afilió al Partido Comunista, donde afianzó la ya existente amistad con Diego, con el que se casó en 1929, cuando ella tenía tan solo 19 años. A partir de entonces, fruto de la vida artística y política de Diego, la pareja pasó varios años en Estados Unidos, donde se vió incrementada también la vida artística de Frida y donde tuvo la oportunidad de exponer por primera vez.

En 1932 Frida sufrió un aborto y el subsiguiente ingreso en un hospital como consecuencia de las secuelas del accidente de 1925, aunque los médicos le habían asegurado que podría tener hijos sin ningún problema aunque el parto tuviera que ser por cesárea. Este hecho acrecentó su desconfianza los médicos, además del profundo dolor psicológico que supone el hecho de perder un hijo deseado. Durante ésa época pintó varios de sus cuadros con mayor crudeza, como Mi nacimiento.

Otros dos años más tarde volvió a ser ingresada en el hospital donde fué operada de una apendicetomía, del pie derecho y de otro aborto. Por si fuera poco se enteró de que Diego había tenido una aventura con la hermana de Frida, razón por la cual, se separó. Debido principalmente a sus afiliaciones políticas, mantuvieron el contacto. Durante los siguientes años la artista vivió una relación amorosa con el fotógrafo Muray y una prolífera creación pictórica.

Hacía el 1939 Frida viajó a Francia donde fué hospitalizada por una inflamación renal. Entre allí, Nueva York y Méjico conoció una gran cantidad de artistas muy importantes de la época tales como Picasso, Kandinsky, Miró o Duchamp. En esa época, además, cortó con Muray y se divorció definitivamente de Diego Rivera, lo cual le provocó un profundo tormento por dar el punto y final a una relación que, aun sus altibajos, tenía un fortísimo componente emocional e intelectual. Ésta angustia fué plasmada nuevamente en sus pinturas. Un claro ejemplo es el cuadro llamado Las dos Fridas, en que se autorretrató por duplicado plasmando la tristeza y el dolor vividos en el pasado y en el presente con gran crudeza pero también, como siempre, con una gran serenidad.

Al año siguiente problemas políticos llevaron a Diego a huir de Méjico a Estados Unidos, lo cual le puso a ella en el punto de mira de las autoridades mejicanas y fue arrestada e interrogada. Poco mas tarde Frida viajó a Estados Unidos donde le diagnosticaron una infección renal y anemia. Además se reconcilió con Diego y se casaron de nuevo.

En 1941 la muerte de su padre le sumió en una profunda depresión que afectó gravemente su salud, aunque no mermó su actividad artística que, por el contrario, se vió incrementada durante los siguientes años.

Con el tiempo su salud fue empeorando y empezó a escribir su Diario íntimo, su última obra. Hacía 1944 se vió condenada a usar el corsé continuamente y sufrió gangrena en un pie, además Diego mantuvo una relación públicamente con una actriz. En 1950 sufrió seis operaciones de columna que le provocaron infecciones a causa de los injertos óseos. Pasó todo un año hospitalizada y al salir lo hizo confinada a una silla de ruedas. Tuvo que vivir ayudada de enfermeras y  potentes analgésicos durante el resto de su vida, que terminó en 1954 a la edad de 47 años a causa de una embolia pulmonar, aunque hay quien hipotetiza que se en realidad se trató de un suicidio.

Como conclusión, podemos afirmar que Frida basó la mayor parte de su obra en el dolor físico y psicológico que sufrió durante su vida. Nunca sabremos si se hubiera decantado por la pintura si no hubiera tenido aquel desafortunado accidente a los 16 años, pero cuesta imaginar como sería su obra si no hubiera estado marcada por la tragedia. Probablemente, de vivir una vida apacible, el mundo habría perdido una gran artista.

No es de extrañar entre las biografías de los grandes artistas, que éstas sean tortuosas y llenas de experiencias traumáticas, pobreza, enfermedades, abuso de sustancias, y un sin fin de infortunios. Pero en la mayoría de casos es la extrema dedicación al arte, y lo poco valorado que suele estar en el momento de su creación, lo que lleva a tantos artistas a llevar una vida desdichada marcada por la pobreza. Obviamente, también los hay que disfrutan de vidas convencionales e incluso opulentas.

Pero lo que sorprende de la vida y obra de Frida es que la direccionalidad es inversa. Es la vida desafortunada lo que le hace recurrir al arte, y éste, como compensación, le inmersa en un mundo repleto de estímulos intelectuales y figuras de gran interés.

Disponemos de una gran cantidad de epístolas, así como de su Diario íntimo, gracias a los cuales podemos entender sus obras, y no calificarlas necesariamente de surrealistas (en que el mundo representado suele ser onírico) como tantos otros creían en un inicio, lo cual cambiaría completamente el sentido de sus pinturas. Muy probablemente para Frida sus obras fueran un escape, una catarsis, que le hacían menos dolorosa su condición.

El título que el autor emplea en ésta última parte del libro: “Una experiencia positiva del dolor” es, por lo menos, discutible. El dolor no deja de ser sufrido, y difícilmente se puede considerar tal hecho como positivo. Sin embargo, saber sacar fuerzas de tal experiencia y conseguir hacer algo interesante con ello, es digno de admirar.

En éste sentido me recuerda al hecho de que los buenos poetas y pintores tienen en muchas ocasiones personalidades melancólicas, o las mejores obras las realizan en épocas anímicamente de éste tipo. Para Frida Kahlo más que su personalidad o su biorritmo, son las experiencias vividas lo que le sumen en la melancolía. Es más, no hay duda de que debía tratarse de una mujer muy fuerte y decidida para ser capaz de transformar su dolor en imágenes.

Para finalizar, ilustramos con uno de sus múltiples autorretratos, en éste caso colorido y frondoso.

 
5 comentarios

Publicado por en 12 abril, 2011 en Arte, txt