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Sobre el futbol y otras desigualdades

28 May

Al discutir o comentar sobre los desproporcionados sueldos de los futbolistas de primera división, mas de una vez escuché que tal cantidad de ceros en su mensualidad eran justificados en el sentido de que cada cual debería recibir un capital proporcional al que genera. Por unos instantes me hacían dudar. Primero de que ese razonamiento tuviera realmente sentido, pero también sobre si realmente «generan» tanto capital.

No vamos a negar que el fútbol en nuestro país mueve enormes masas de gente junto a sus respectivos bolsillos. La pregunta es en realidad, quien «genera» ese capital. Porque permítame usted decir que NO es el futbolista, o por lo menos no tan solo él. Para el espectáculo mediático que supone un partido de fútbol, tan importante es el jugador como el campo, y por tanto la o las personas que se dedican a cuidar del césped. También lo es el estadio, su construcción, su mantenimiento, su limpieza, y por tanto los trabajadores de la construcción, los que se encargan de que las luces del estadio estén operativas, el fontanero que se encarga de que los bajantes de los retretes fluyan, los que se encargan de mantener el estadio limpio y libre de plagas… También es imprescindible el equipo de seguridad, los que venden las entradas, los que sirven la cerveza, los dependientes de la tienda de souvenirs, los que diseñan y cosen la equipación de los jugadores, o los uniformes de los trabajadores, los que cosen los balones, todos aquellos que comentan, fotografían, graban y retransmiten los partidos.

Porque no nos engañemos, se puede decir que el fútbol es al fin y al cabo un juego y no hace falta mucho para desempeñarlo y disfrutarlo. Cierto. Pero cuando hablamos del espectáculo mediático que es el fútbol profesional, hablamos de mucho mas que un juego, hablamos de miles de personas implicadas en ello para que sea como es, para que los aficionados puedan ir al campo o puedan verlo desde sus casas. Y la gran mayoría de esas miles de personas están cobrando sueldos de mierda.

Lo que parece estar premiándose en la abismal diferencia salarial es el talento natural para el mencionado deporte, que los hace «imprescindibles» para el espectáculo, mientras que cualquiera puede limpiar los retretes. Esto es, que se premia una predisposición genética, un placer por el fútbol (mediada entre otras cosas porque en tu pais de origen se juegue o no), la suerte de que ese pseudo-don haya sido alimentado durante la infancia, y la suerte de que algún caza talentos le haya descubierto y fichado. Ahora dime tu por qué esa persona merece tanto mas dinero que la que dedica su vida a estudiar por ejemplo imagen y sonido, y emplea su talento y su tiempo en retransmitir los partidos de la mejor forma posible para que todos los aficionados puedan disfrutar el evento. O la que indistintamente de sus estudios o sus dones esta empleando su tiempo y su esfuerzo en hacerlo posible.

Miénteme y justifícame eso. O mejor ni lo intentes, porque no te creeré.

Y he usado el ejemplo del fútbol como podría haber usado el de cualquier otro sector. De hecho el ahora mas cercano a mi es como ya os comenté, el de la publicidad, concretamente por mi labor esporádica como extra en anuncios. Los extras estamos situados en el último escalafón de la jerarquía y la remuneración en un rodaje. Quizás compartamos el puesto con algún otro grupo, lo desconozco, ya investigaré. Y aunque por supuesto haya unos mejores que otros, una se cansa de ver que algunos nos tratan como a ganado, si no directamente como a objetos de atrezzo, a pesar de lo tremendamente impresdindibles que suponemos para que las escenas parezcan creíbles.

En serio. Renta básica ya. El empleo precario dejaría de existir porque ¿Quién aceptaría un trabajo de mierda si tuviera sus necesidades cubiertas? Si me necesitas: págame como es debido. Ganaríamos mucho en dignidad.

 
2 comentarios

Publicado por en 28 May, 2013 en txt

 

2 Respuestas a “Sobre el futbol y otras desigualdades

  1. Nemesis Zombie

    28 May, 2013 at 16:46

    Qué te puedo decir mi bella Aida, para el mundo es más importante una persona que patea una pelota que aquella que descubre un vacuna contra el SIDA o aquella que inventa un método para transportar agua a países que no cuentan con este recurso en suficiencia.

    Paradojas el tener que estudiar hasta el doctorado para terminar dando clases pagadas a un nivel de nimiedad x hora.

    En fin, en lo personal detesto el fútbol, me agrada ver más los sueldos de los peleadores de UFC que sí arriesgan su físico y aún así no ganan la décima parte que un jugador de soccer.

     
  2. Aida

    28 May, 2013 at 18:14

    Desde luego, de injusticias está lleno el mundo.
    Y creo que nunca entenderé como un deporte puede abotargar tanto las mentes de sus aficionados. Puede gustar o no gustar (que no me gusta), pero la obsesión que tienen muchos es digna de estudio.
    Gracias por comentar! Un abrazo!

     

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