La OMS (2002) define como violencia sexual “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”.
O lo que es lo mismo, además de lo evidente que a nadie cabe duda que es de reprochar y que no hace falta ni nombrar aquí, el piropo oportunista de un obrero a una chica que pasa por la calle, es violencia sexual; la insinuación de un amigo o compañero de trabajo interesado sexualmente en otra persona, y que así lo haga notar (intentando simplemente ligar), es violencia sexual; y un largo etcétera. Si bien tales situaciones, de no ser deseadas (condición expresa para que sea considerado violencia), son sin duda molestas… opino modestamente que esa definición es bastante exagerada.
Y nada mas. Cosas que una aprende en clase (en éste caso “personalidad y comportamiento antisocial” alias “psicología del crimen”) y no puede evitar comentar.